Oaxaca, Oax. a 5 de mayo de 2010
FRANCISCO TOLEDO
Francisco Toledo según se
dice nació en Juchitan Oaxaca un 17 de Julio de 1940. Es un polifacético
artista plástico de reconocimiento internacional, pero lo que más le admiro es su interminable amor por su tierra, su lucha social y el amparo tan noble y
generoso que siempre brinda a los que andan el camino del arte. Su obra habla por
sí misma y es una de las que más reconocimientos, estudios e interés
ha despertado en la crítica nacional y extranjera.
Mucho es lo que se ha
escrito de él y todos en los círculos culturales del país lo conocen al
menos de oídas. Algunos le tenemos afecto y fe, otros más se han vuelto
detractores de su obra artística y social, sin embargo Toledo está siempre
presente.
Otro día, no recuerdo bien
el año (creo 2005) unos campesinos-artesanos de San Pablito Pahuatlan Puebla le
pidieron ayuda al maestro Toledo pues su actividad ancestral de hacer papel
amate estaba siendo amenazada. El maestro Francisco Toledo alzó la voz con
ellos y se hicieron escuchar. Así lo hizo junto con otros artistas de Oaxaca en
defensa de la tortilla y el maíz mexicano diciendo alto y clarito lo que otros
por intereses mezquinos callan –¡No a los transgénicos!-.
El
maestro Francisco Toledo me enseñó a caminar descalzo, a amar la frescura de la
ropa de manta y los colores ocres de la tierra, aún lo recuerdo pasearse por el
antiguo barrio de los sapos, el parían o por las escaleras del museo Erasto
Cortés en Puebla.
Francisco Toledo es el
artista guerrillero de México cuya arma es la cultura y el arte, así defendió
Santo Domingo Oaxaca y nos enseñó que una ciudad cultural es posible. Su obra es provocativa, sensual, penetrante y
adictiva, hay que verla con la ingenuidad de un niño o con detenimiento culto para comprender el
interminable bestiario zoomorfo sexual que en ella se ilustra para disfrutarla. Dueño de su oficio el pintor de Juchitán
recrea en sus cuadros una mixtura cultural iconográfica sazonada de un
lenguaje antiguo tanto como su lengua el -didxaza o Zapoteco-, narrando historias modernas con
tintes de viejos reclamos. Muchos piensan que es indígena pero Toledo al igual que
otros mexicanos del istmo es mestizo. Al menos su obra lo es,
tiene la dulzura del azúcar de la caña española (el arte de pintar –europeo-) y la
alegría de las tinturas y soportes de la nostalgia prehispánica, lo que lo hace
universal.
Cabe citar
aquí a su hija Natalia Toledo cuando se cuestiona ¿Qué es ser indígena? Y nos
dice que ser indígena es tener un universo y no renunciar a él.
Francisco Toledo irreverente, revolucionario y trasgresor, es dueño de un profundo y personalísimo mundo iconográfico que trabaja y recrea constantemente únicamente por amor a la vida, también a la muerte.
Francisco Toledo y Emmanuel Espíntla |
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