JOJUTLA, MORELOS.-Variados hallazgos de diversas épocas son los que cuentan el paso del hombre por esta tierra, y que han dado identidad al poblado de Tehuixtla, localidad ubicada al Sur del estado, que pertenece al municipio de Jojutla de Juárez.
Cuenta Emmanuel Spin Pineda, cronista del lugar e investigador desde hace diez años, que Tehuixtla tuvo espacio en la prehistoria, ya que algunos hallazgos fortuitos de huesos de dinosaurios son parte del registro histórico de la región.
Posteriomente, y a pesar de no contar con fechas exactas, se sabe que fueron varias las tribus ancestrales como olmecas, mixtecos y teotihuacanos, las que estuvieron en el lugar, sin embrago, los mexicas formaron el señorío de Tehuixtla, el cual también era frontera política de su imperio y tenía como tributarios a algunos pueblos nómadas de Guerrero, expresó el cronista.
Dijo que el nombre del lugar tiene dos significados: el primero y más común es por la abundancia que hubo del árbol de tehuixtle, y el segundo, tiene origen en el vocablo náhuatl que significa “en las espinas duras como piedra”.
“El árbol dio fama internacional al pueblo porque en toda la república es conocido con ese nombre. Éste era un valle dónde abunda esta especie, misma que tuvo múltiples usos en la época prehispánica”, continuó el entrevistado.
Llegada la Conquista, el proceso de colonización implicó situaciones conflictivas, sobre todo religiosas; la iglesia del pueblo fue hecha por los fraciscanos en el siglo XVII, sin embargo, los dominicos la tomaron; “el patrono del lugar es San Pedro, pero los dominicos impusieron sus dogmas y con ello la Virgen del Rosario se volvió la patrona. Eclesiásticamente, Tehuixtla perteneció a los municipios de Tlaquiltenango, Jojutla, Amacuzac e incluso a Taxco”, señaló Spin Pineda.
Asimismo, está época también fue de auge, sobre todo en materia económica, debido a que los españoles enseñaron a los nativos a procesar el ganado bovino y todos sus derivados, así como también mezclaron sus prácticas culinarias con la gastronomía indígena; prueba de ello es la producción del queso, mantequilla e incluso la cecina, que hasta hoy es sinónimo de identidad para Tehuixtla.
Por otro lado, el cronista narró que en el movimiento revolucionario, la presencia de Emiliano Zapata, el Caudillo del Sur, está registrada: el personaje ha sido motivo de varias leyendas y sobre todo por la pasión que tenía por el jaripeo, actividad que, dijo el entrevistado, tuvo su origen en el lugar.
También hay datos sobre la importancia que tuvo Ignacia Domínguez, lugareña y primera fondera que fue nombrada generala por haber dado alimento a Zapata en una ocasión; “haber ofrecido caldo de calabaza, verdolagas y haber hecho unas tortillas le dio esa distincion”, aseguró Emmanuel Spin.
Señaló que a pesar del paso del tiempo, Tehuixtla alberga en las entrañas de sus oriundos sus tradiciones y costumbres. El poblado se distingue por su gente acogedora, trabajadora y honrada; el campirano lugar ofrece al mundo sus espacios recreativos y variedad de productos, sobre todo gastronómicos, los cuales, aseguró el cronista, son un deleite al paladar y motivo para volver.
Cuenta Emmanuel Spin Pineda, cronista del lugar e investigador desde hace diez años, que Tehuixtla tuvo espacio en la prehistoria, ya que algunos hallazgos fortuitos de huesos de dinosaurios son parte del registro histórico de la región.
Posteriomente, y a pesar de no contar con fechas exactas, se sabe que fueron varias las tribus ancestrales como olmecas, mixtecos y teotihuacanos, las que estuvieron en el lugar, sin embrago, los mexicas formaron el señorío de Tehuixtla, el cual también era frontera política de su imperio y tenía como tributarios a algunos pueblos nómadas de Guerrero, expresó el cronista.
Dijo que el nombre del lugar tiene dos significados: el primero y más común es por la abundancia que hubo del árbol de tehuixtle, y el segundo, tiene origen en el vocablo náhuatl que significa “en las espinas duras como piedra”.
“El árbol dio fama internacional al pueblo porque en toda la república es conocido con ese nombre. Éste era un valle dónde abunda esta especie, misma que tuvo múltiples usos en la época prehispánica”, continuó el entrevistado.
Llegada la Conquista, el proceso de colonización implicó situaciones conflictivas, sobre todo religiosas; la iglesia del pueblo fue hecha por los fraciscanos en el siglo XVII, sin embargo, los dominicos la tomaron; “el patrono del lugar es San Pedro, pero los dominicos impusieron sus dogmas y con ello la Virgen del Rosario se volvió la patrona. Eclesiásticamente, Tehuixtla perteneció a los municipios de Tlaquiltenango, Jojutla, Amacuzac e incluso a Taxco”, señaló Spin Pineda.
Asimismo, está época también fue de auge, sobre todo en materia económica, debido a que los españoles enseñaron a los nativos a procesar el ganado bovino y todos sus derivados, así como también mezclaron sus prácticas culinarias con la gastronomía indígena; prueba de ello es la producción del queso, mantequilla e incluso la cecina, que hasta hoy es sinónimo de identidad para Tehuixtla.
Por otro lado, el cronista narró que en el movimiento revolucionario, la presencia de Emiliano Zapata, el Caudillo del Sur, está registrada: el personaje ha sido motivo de varias leyendas y sobre todo por la pasión que tenía por el jaripeo, actividad que, dijo el entrevistado, tuvo su origen en el lugar.
También hay datos sobre la importancia que tuvo Ignacia Domínguez, lugareña y primera fondera que fue nombrada generala por haber dado alimento a Zapata en una ocasión; “haber ofrecido caldo de calabaza, verdolagas y haber hecho unas tortillas le dio esa distincion”, aseguró Emmanuel Spin.
Señaló que a pesar del paso del tiempo, Tehuixtla alberga en las entrañas de sus oriundos sus tradiciones y costumbres. El poblado se distingue por su gente acogedora, trabajadora y honrada; el campirano lugar ofrece al mundo sus espacios recreativos y variedad de productos, sobre todo gastronómicos, los cuales, aseguró el cronista, son un deleite al paladar y motivo para volver.
Lugar de clima cálido. Temperaturas por arriba de los 30 grados centígrados todo el año son ideales para acudir a disfrutar de los balnearios de Tehuixtla, o tomarse un raspado en su zócalo...